Cuando piensas en adquirir un aparato de aire acondicionado te surgen algunas dudas importantes. ¿Cuántas frigorías debe tener? ¿Qué potencia necesito? La respuesta depende de diferentes variables, por lo que hay que estudiar cada caso de forma personalizada. Veamos los conceptos más importantes para facilitar la elección óptima.
El primer paso es aclarar el significado de dos términos que, a menudo, se usan como sinónimos, pero no lo son. Estos son la potencia y las frigorías.
Lo que ocurre es que ambas especificidades están interconectadas. Es decir, en general, más capacidad de enfriamiento requiere más potencia. De esta forma, el cálculo es el mismo cuando estás tratando de decidir qué aparato comprar.
Con la potencia nos referimos al consumo eléctrico de un aparato, que medimos en vatios (W) o kilovatios (kW). No está relacionada directamente con la capacidad de enfriamiento, pero sí con la eficiencia energética.
Las frigorías sí que indican el nivel al que un dispositivo puede enfriar una estancia. De hecho, son las unidades de medida de energía térmica. Por un lado, tendrás que valorar lo que repercutirá en tu factura de la luz. Por otro, tiene que ver con la temperatura que deseas en la estancia que vas a climatizar. Como ves, hay cierta relación entre ambos términos, pero no son equivalentes. Por decirlo de otra manera, tenemos la potencia eléctrica frente a la potencia térmica.
Dicho esto, ambas palabras suelen usarse indistintamente y tanto una como otra se utilizan para hacer referencia a la calidad general de un aparato. Nos ayudan a saber su idoneidad para un determinado espacio. Así por ejemplo, un split sin potencia o sin las suficientes frigorías no será apto para obtener el confort térmico deseado.
Además, si eliges mal, fuerzas el equipo de aire acondicionado, dado que le exiges trabajar a máxima potencia. Esto, a su vez, suele provocar que haga más ruido, y que el desgaste del aparato sea mucho más rápido. Su vida útil será mucho menor.
Hay una gran variedad de datos que son necesarios para calcular bien. Entre los principales están:
Esos cálculos tienen una cierta complejidad, pero, en términos generales, por cada m² se requieren 100 frigorías. Entonces, para una habitación de 20 m², necesitas entre 2000 y 3000 frigorías. El cálculo de los vatios se hace multiplicando por 0.86 las frigorías. El resultado, por tanto, es de 1720 vatios para 2000 frigorías. Estas cifras pueden variar dependiendo de las consideraciones citadas anteriormente, y también de la eficiencia energética del aparato.
Si buscas una gran precisión, lo mejor que puedes hacer es recurrir a profesionales cualificados. Ellos harán las mediciones con las herramientas y criterios adecuados. Si optas por unos ratios generales de potencia de aire para climatización, puedes guiarte por los siguientes:
Con estos estándares, conseguirás unas buenas prestaciones y rendimiento, con un nivel de consumo medio. Si te preocupa el gasto que se puede generar, tienes a tu disposición un número creciente de herramientas para el ahorro. Entre ellas están:
Recuerda que los dispositivos cada vez tienen más capacidades de personalización, automatización y adaptación. Hay algunos con niveles máximos de eficiencia energética, conexión a red wifi y ausencia total de ruido.
Por eso es importante partir de una buena elección del dispositivo que más se ajuste a tus necesidades. Escoge el que su potencia te permita optimizar el consumo y maximizar el confort. Haz las mediciones adecuadas, traslada los datos al personal del establecimiento y ten en cuenta los factores indicados de temperatura, humedad y orientación. De esa decisión dependerá la duración y el rendimiento que logres de tu dispositivo. Contacta con Coolfy para obtener asesoramiento personalizado y descubrir las opciones que mejor se adapten a tus necesidades.