Cuando se acercan los meses de verano y empieza el calor, el mejor aliado para sobrellevar las altas temperaturas es un buen aire acondicionado. Tanto el de una vivienda particular como el de un espacio público, escoger un split de calidad resulta esencial para obtener el mejor rendimiento. Cuando ya lo tienes instalado y lleva un tiempo funcionando, el mantenimiento se convierte en algo crucial. Si no lo revisas y lo cuidas, podrías encontrarte con que no te da el resultado esperado. Por eso, te hemos preparado unas recomendaciones.
Cómo preparar tu aire acondicionado para el verano
Hay una serie de rutinas que pueden resultar muy útiles para alcanzar los niveles más altos de confort térmico en la época estival. Son tareas sencillas, que, a menudo, puedes realizar tú mismo sin ayuda profesional. Con ellas consigues que tu aparato de aire acondicionado mantenga la habitación con una temperatura idónea, en la que puedas estar de manera cómoda.
No obstante, también hay otras labores que requieren herramientas específicas o conocimientos técnicos. En esos casos deberás ponerte en contacto con profesionales que sepan dar respuesta a tus necesidades.
Limpiar y desinfectar los filtros
La práctica de la limpieza de filtros es muy sencilla, pero hay que llevarla a cabo de la manera adecuada. Es una tarea básica en el mantenimiento de aparatos de este tipo. No obstante, muchas veces se retrasa o no se lleva a cabo con la periodicidad que se debiera.
Es importante saber que los filtros son la parte del dispositivo por la que pasa todo el aire, con sus impurezas, polvo, ácaros y sustancias tóxicas de cualquier tipo. A veces incluso acumulan humedad, con lo que implica de impacto negativo para la salud y el olor en el ambiente. Si, por ejemplo, el aire tiene bacterias, al poner la refrigeración, se propagarían.
Por lo tanto, es más recomendable de lo que podría parecer en un principio tenerlos siempre en perfectas condiciones. Principalmente, es una cuestión de salud la que debe impulsarnos a interiorizar este hábito de mantenimiento y limpieza del filtro de aire acondicionado. A esto se une otra importante consideración, que es la eficiencia energética. Cuanto más sucio esté el aparato, más consume porque requiere más potencia para proporcionar el mismo frío.
Sigue estos pasos para llevar a cabo este fácil proceso:
- Abre el aparado por la parte frontal.
- Retira los filtros con cuidado, sin forzarlos.
- Lava con agua caliente los filtros principales. Con ayuda del cepillo, retira el polvo.
- Déjalos secar sin exponerlos al sol y no los vuelvas a introducir si están húmedos.
- Antes de colocarlos en su lugar, aprovecha para limpiar la bandeja de condensación con una bayeta empapada en desinfectante.
Como ves, son acciones muy simples, pero que tienen un efecto inmediato y notable sobre la calidad del aire y el ahorro energético.
Comprobar el estado de la unidad exterior
Otra de las cuestiones que se suelen obviar es la de prestar la adecuada atención a la unidad exterior. Especialmente cuando se encuentra en una fachada, cubierta o patio interior. Esto implica que sufra las condiciones meteorológicas adversas y acumule humedad o suciedad. Lo primero que debes hacer es comprobar que continúa en perfecto estado. Si le falta alguna pieza o tiene alguna abolladura, podría ser una señal de alarma. Lo mismo ocurre con las tuberías de desagüe. Comprueba que no estén obstruidas. La acumulación de hojas o ramas en los conductos también es un problema que afecta al rendimiento.
Alguno de estos aspectos podría hacer fallar el aire al volver a ponerlo en marcha después de los meses de invierno sin usarlo. Las consecuencias podrían ir desde manchas de humedad en la fachada hasta el gasto eléctrico excesivo, entre otras más graves como una inundación.
Cuando haga falta acceder a la instalación, deberás contar con un profesional, sobre todo si se trata de trabajos en altura o de acceso complicado. Nunca pongas en riesgo tu integridad física, y menos sin los conocimientos, herramientas o experiencia necesarias.
Comprobar el nivel del gas refrigerante
Recomendamos dejar el control del nivel del gas en manos del servicio técnico. El gas refrigerante tiene que cambiarse de forma periódica porque sin él no lograrás un funcionamiento óptimo del aparato de aire. Esta tarea implica el cambio, si es necesario, pero también la comprobación de que no hay fugas.
Revisar el termostato
Esta pieza de la máquina de refrigeración se encarga de detectar la temperatura ambiente. Así regula el frío que proporciona, por lo que la calibración debe ser la correcta. En caso contrario, puede que enfríe poco o, por el contrario, enfríe de más.
Como ves, preparar tu aparato de aire acondicionado para tenerlo en perfectas condiciones en verano no es algo complicado. Solo tienes que seguir una serie de indicaciones y, cuando corresponda, contar con la ayuda de profesionales. ¡Consulta aquí algunos equipos que reúnen la mejor calidad y eficiencia energética!
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